MONTAÑAS DO COUREL

La investigación en el geoparque Montañas do Courel no se rinde ante la pandemia

La mayor parte del tiempo trascurrido desde que el Geoparque Montañas do Courel fue reconocido como tal por la Unesco -13 de abril de 2019- ha estado marcado por la pandemia, aunque este hecho no ha frenado la actividad divulgativa e investigadora de la institución. Es más, en los últimos meses se ha potenciado y actualmente, se llevan a cabo diversos proyectos en los que participan investigadores de las tres universidades gallegas y de otras instituciones de fuera de la comunidad.

Daniel Ballesteros, miembro del comité científico del geoparque, cuenta que uno de estos proyectos consiste en una revisión de cartografía geológica de la zona de San Clodio– Ribas de Sil- que corre a cargo de Xosé Carlos Barros y José Ramón Martínes Catalán. En las orillas del Sil, concretamente en este sector, afloran unas rocas singulares denominadas turbiditas, que se formaron a partir de depósitos submarinos de sedimentos arrastrados por ríos. Estas formaciones se crearon relativamente poco después -en la escala de tiempo geológico- de que surgiese el gran plegamiento de Campodola-Leixazós, en el monumento natural más emblemático del geoparque, que data de hace más de 320  millones de años, según Ballesteros. Por eso se posicionan como la pieza clave para reconstruir la historia geológica del territorio y de todo el noroeste ibérico.

Otra iniciativa científica que se desarrolla en este enclave es la elaboración de mapas de los diferentes tipos de suelos existentes en el territorio que lleva a cabo Augusto Pérez Alberti, catedrático de geografía física de la Universidad de Santiago de Compostela. El investigador, afirmó Ballesteros, ya ha estudiado una buena parte de los suelos de la zona, especialmente los de las partes más altas, donde tuvieron fuerte influencia los glaciares que existieron en la sierra de O Courel durante la última era glacial.

En la actualidad también se encuentra activo un estudio de la geomorfología de los ríos existentes en el territorio que desarrolla Jesús Horacio García, ganador del premio a la mejor tesis doctoral presentada en 2015 de la Asociación de Geógrafo Españoles. Además de otro proyecto sobre las cuevas del geoparque dirigida por el propio Daniel Ballesteros. «Antes de que se creara el geoparque ya se habían realizado investigaciones aquí, además de gran importancia, porque sin ellas el geoparque no existiría, pero en este territorio sigue habiendo muchas cosas que investigar», concluye.

Roberto Castro, teniente alcalde de Ribas de Sil y presidente de la asociación que agrupa a este municipio y a los de Quiroga y Flogoso do Courel, afirma que en el geoparque Montañas do Courel se llevan a cabo «muchas actividades científicas que pasan desapercibidas para la sociedad. Pero estos trabajos, aparte de su valor científicos, son muy importantes para nuestro territorio porque sirven de base para realizar actividades de divulgación y para desempeñar rutas turísticas».