AGUAS MINERALES

Galicia es una de las regiones con mayor riqueza de aguas termales y minerales de toda España, donde su aprovechamiento se remonta a la época romana.

El origen de las aguas minerales de Galicia es en su mayoría meteórico, infiltrándose a través de las zonas que presentan una gran densidad de fracturas: el agua discurre por el terreno, ganando profundidad y temperatura, según el gradiente geotérmico local, reacciona con la roca y disuelve minerales incorporándolos a su composición. Y por último, esta vuelve a la superficie en zonas de topografía más baja.

Los terrenos donde surgen las aguas minerales y termales son los graníticos, los metamórficos y los carbonatados, mientras que algunas aguas surgen en el contacto entre diferentes litologías. Según el tipo de circulación subterránea, y las características hidroquímicas, las aguas minerales de Galicia se clasifican en cuatro grandes grupos: aguas minerales someras, aguas minerales de flujos de trayectoria larga, aguas minerales de flujos profundos y evolución química intermedia; y por último, las aguas minerales de flujos profundos y muy evolucionadas.

En Galicia existen diez plantas de agua mineral que emplean de forma directa a más de 300 personas y que producen al año un total de agua envasada de 292.403.112 litros.

La presencia en el mercado nacional le corresponde fundamentalmente a las plantas de Fontoira de Aquabona, Mondaríz, Cabreiroá o Sousas. Mientras que las restantes son de distribución local y regional: Agua Sana, Fontecelta, Fontenova, Fonxesta, San Xinés.

Respecto a los balnearios, los datos arrojan una cifra de 21 instalaciones registradas, con un total de 1200 empleados que dan servicio anualmente a más de 150.000 personas. Estas cifras sitúan a Galicia como uno de los líderes españoles en cuanto a volumen de negocio del sector balneario relacionado con las aguas minero-medicinales y termales.

De las 21 instalaciones balnearias registradas, prácticamente todas tienen una historia centenaria como el caso de Mondaríz, Arteixo, Lugo o Guitiríz. Las últimas incorporaciones a los grandes balnearios de Galicia se sucedieron durante los primeros años del siglo XXI, primero con la trilogía del Grupo Caldaria (Lobios, Arnoia, Laias), y después con los balnearios de Compostela, Pambre y Augas Santas. Paralelamente se han acometido importantes reformas en instalaciones como Carballo, Acuña y Cuntis, devolviendo el esplendor que en el pasado tuvieron estas instalaciones.

En cuanto a termas, destacan las obras realizadas en el río Miño, que han permitido abrir instalaciones como las de Chavasqueira, Outariz, Muiño de Veiga y Prexigueiro.