Cantera áridos

Fin de los residuos, reciclaje y eficiencia: la apuesta del sector de los áridos

El camino hacia la sostenibilidad energética pasa necesariamente por la innovación en el sector minero, y concretamente en el de los áridos, materiales fundamentales tanto para el sector de la construcción (edificios, infraestructuras, puertos, etc) y para el desarrollo social de Galicia.

Las empresas del sector minero llevan años planificando su presente y su futuro en base a la investigación de las materias primas críticas, de la innovación y los procesos sostenibles. Una realidad que se ha visto acelerada por la evidencia de la fragilidad del modelo productivo nacional, en el que las cadenas de valor dependen de las importaciones.

Por ello, la Unión Europea de productores de Áridos (UEPG) publicó recientemente su Hoja de Ruta 2030, adaptada a los nuevos retos que tiene por delante el sector de los áridos, en especial en el escenario actual de crisis de materias primas.

Este sector es la mayor industria extractiva no energética, satisfaciendo una demanda continental de 3.000 millones de toneladas extraídas de 26.000 explotaciones. Mientras que la huella de carbono desde la extracción hasta la entrega al cliente es mínima, 3-5 kg/t.

La restauración en el sector de los áridos. Laxinde apuesta por la economía circular en la cantera de Marcón

Laxinde (perteneciente al Grupo Construcciones Ramírez) ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de restauración del espacio que ocupa desde 2015, con la meta de devolverle su uso previo. Se trata al mismo tiempo, una operación de valorización, ya que se emplea tierra de excavación que sobra y que se emplea como regenerición de una zona alterada.

La cantera de Laxinde funciona como depósito de inertes ofreciendo soluciones a la gestión de residuos de construcción y demolición de manera sostenible, lo que a su vez permite acortar el tiempo de relleno.

El espacio minero está siendo ocupado por 300.000 metros cúbicos de tierras limpias procedentes de la construcción del Hospital Gran Montecelo. El espacio de depósito se encuentra a escasos kilómetros de la obra que está ejecutando la Xunta de Galicia, lo que permite reducir enormemente las emisiones originadas en el transporte.