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Cerámica Campo reduce en un 39% las emisiones de CO2 en su planta de Laracha

Cerámica Campo logró un nuevo objetivo en su compromiso con el desarrollo sostenible, consiguiendo disminuir en un 39% las emisiones de dióxido de carbono (CO2), en su planta de Laracha (A Coruña) durante el 2020. Pasando de 6.000 toneladas emitidas en 2019 a las 3.758 del pasado ejercicio.

Esta fábrica de Cerámica Campo tiene ya la catalogación de IBE (instalación de bajas emisiones) al producir una cantidad inferior a las 25.000 toneladas anuales de CO2. Esta mejora se debe a la introducción de biomasa en la fase de cocción de ladrillo, una fuente de energía renovable, neutra a efectos de emisión de CO2.

Esta acción se enmarca dentro del concepto de economía circular al realizar un mejor aprovechamiento de los recursos disponibles y una reducción del consumo de materias primas no renovables. Una de las acciones implantadas por el grupo, donde también destaca la creación de huertos solares en terrenos restaurados para la producción eléctrica y plantas de cogeneración y fotovoltaicas para autoconsumo con el objetivo de minimizar el consumo energético en los activos industriales.

Cerámica Campo pretende llevar su política medioambiental a todas las fases de su proceso productivo. Por ello, además de incluir mejoras en sus fábricas, desarrolla materiales de construcción ecoeficientes, como termoarcillas, utilizadas en edificios de consumo casi nulo (EECN) y Passivhaus; y pavimentos de hormigón fotocatalíticos, que aportan valor a la sociedad creando ciudades más verdes gracias a una tecnología que neutraliza parte de los óxidos de nitrógeno, azufre y compuestos orgánicos volátiles emitidos como consecuencia del tráfico, ayudando así a mejorar la calidad del aire.