18 May Un proyecto de espacio ecológico y autosostenible gana el certamen de restauración minera
El proyecto para la creación de un espacio verde, ecológico y autosostenible diseñado por un equipo de tres estudiantes de 3º y 4º de Ingeniería de los Recursos Mineros y Energéticos ha resultado ganador del I Concurso de restauración sostenible de espacios mineros. El certamen, convocado por la Escuela de Ingeniería de Minas y Energía de Vigo, la Cámara Oficial Mineira de Galicia y el grupo empresarial Canteiras ARE, buscaba propuestas para la rehabilitación de la explotación de áridos Richinol, situada en Melide.
El jurado formado por técnicos de la empresa ARE, propietaria de la cantera, profesionales de la restauración, docentes del campus y alumnos de los grados de Ingeniería de la Energía e Ingeniería de Recursos Mineros y Energéticos daba a conocer el fallo el pasado mayo. El equipo ganador, formado por Dña. Elena Domínguez, D. Xoel González y D. Víctor Lago, recibió un diploma acreditativo y 200 euros para comprar material informático, audiovisual o tecnológico.
Lago artificial
Según explicaron los integrantes del equipo ganador, la idea principal es la creación de un lago artificial con un sendero de cuatro kilómetros que recorra diversos puntos de interés de la explotación restaurada. En esta ruta se incluirán zonas lúdico-deportivas, con pistas recreativas y lugares donde comer, así como un área de alojamiento con bungalós para darles servicio a los peregrinos del Camino de Santiago.
Se creará también un área de 2.000 metros cuadrados de invernaderos ecológicos en los que se impartirán talleres. La autosostenibilidad del proyecto se basa en que toda la demanda de agua y de energía se sustentará en la depuración del agua del lago y en la instalación de paneles fotovoltaicos integrados en el paisaje. Además las aguas grises generadas serán usadas para regadío.
El objetivo del proyecto es disponer de un área sostenible que reduzca el impacto visual y ambiental y que tras la inversión inicial no suponga costes. Responde así a las bases del certamen, que requerían propuestas técnica, económica, social y ambientalmente viables para el aprovechamiento del espacio minero, con usos sociales y privados que favorecieran la conservación, el ahorro energético y la introducción de energías renovables.