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La COMG participa en la inauguración de la ampliación del Museo Geológico de Quiroga

El pasado sábado tuvo lugar el acto de reinauguración del Museo Geológico Quiroga en Lugo. El edificio fue sometido a una ampliación que ha permitido doblar la superficie expositiva del inmueble y la creación de un aula de audivisuales con capacidad para 30 personas.

El director de la COMG, Miguel Ángel Fortúnez, acudió en representación de la entidad para dar apoyo a este proyecto que es uno de los ejes centrales del Geoparque Montañas do Courel.

El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos también participó en el acto, Manuel Regueiro, presidente de la entidad, y Pablo Núñez, delegado en Galicia, fueron los representantes de la entidad.

El alcalde de Quiroga, Julio Álvarez, quiso agradecer a la Xunta de Galicia su colaboración en la reforma del museo. «Nosotros desapareceremos con el tiempo, pero este museo geológico permanecerá para las próximas generaciones».

En la jornada también participó el conselleiro de Cultura y Turismo, Román Rodríguez, que indicó que «este es un paso más en el crecimiento de este museo, pero no será el último». Román Rodríguez destacó el valor que representa esta zona a nivel geológico y como oportunidad para el desarrollo económico. «Este museo no solo es una puerta abierta a la geología del Courel, sino también una puerta a la Ribeira Sacra», declaró.

Entre las novedades destaca una sala dedicada a las ocupaciones humanas en Galicia y en el territorio del geoparque. En ella se puede ver una réplica a escala de Elba, una pastora courelá que vivió hace unos 9.700 años y cuyos restos fueron descubiertos en una cueva llamada Sumido do Chan do Lindeiro, entre O Courel y Os Ancares. Elba es el primer fósil humano femenino del Mesolítico.

La sala en cuestión lleva el nombre del geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, quien junto a la paleontóloga Aurora Grandal y otros miembros del equipo fueron los encargados del estudio de los restos de Elba. Vidal Romaní, profesor emérito de la Universidad de Coruña, mostró su agradecimiento e indicó que el museo quirogés es «la puerta de entrada del caurel antiguo. Aquí se puede ver la zona más antigua de Galicia, las primeras masas de tierra que emergieron de los mares».

El equipo de Vidal Romaní descifró a partir de los restos óseas hallados, el aspecto y la edad de la pastora del Mesolítico. Tenía entre 20 y 40 años; también se pudo saber su altura la cual era de apenas metro y medio; el color oscuro de sus ojos, piel y cabello o por ejemplo que sufría intolerancia a la lactosa o que no comía carne. 

Por el colágeno de sus restos fósiles se concluyó que procedía de un territorio granítico bastante cercano al paisaje calcáreo en el que murió, y genéticamente estaba emparentada con otros restos hallados en el norte de Portugal. Pero su piel oscura (como la de los ancestros africanos del Paleolítico de los que todos los humanos provienen) remite también a la imagen del conocido Cheddar Man, el antepasado de los británicos que se conserva en el Museo de Historia Natural de Londres.