Energía que no se crea ni se destruye, se transforma en conocimiento

  • La ETSE de Minas pone el punto final a los actos de graduación del curso 2014-2015 on la despedida de la segunda promoción de Ingeniería de la Energía y de Ingeniería de los Recursos Mineros y Energéticos

Con los cambios derivados de la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Minas tense convertido en un referente en la enseñanza y en la investigación en el campo de la energía. Y así lo hizo sentir la comunidad universitaria del centro este viernes en el acto de graduación de la segunda promoción de los grados en Ingeniería de la Energía y en Ingeniería de los Recursos Mineros y Energéticos. Como subrayó el director del centro, José Benito Vázquez, “somos, sin lugar a dudas, el centro universitario con más energía de toda Galicia!” y sugirió un cambio de nombre de la escuela, porque “tal vez sea hora de que esa palabra mágica, energía, se incluya en la denominación de un centro como el nuestro”. Para Vázquez, este cambio “sólo puede tener ventajas para ella misma, para el contexto tecnológico en el que se incluye, para la Universidad en sí y seguro que también para Galicia”.

En el acto de este viernes recibieron sus bandas un total de 62 estudiantes, 12 de Ingeniería de los Recursos Mineros y Energéticos y 50 de Ingeniería de la Energía, que pusieron punto y final al programa de actos de graduación de este curso en la Universidad de Vigo. El director de la ETSEM recordó que en este año a institución cumple 25 años “y nuestra andadura académica comenzó casi al mismo tiempo”, siendo el título de Ingeniero de Minas en el curso 1992-1993 “uno de los primogénitos de esta nuestra nueva universidad creadora de actitud, con el que significa ser el primer hijo: abrirse camino, con muchas cosas para hacer, aprender, sorprender, algunas decepciones, pero sobre todo muchas alegrías y satisfacciones”. Así, el centro celebrará dentro de dos años su cuarto de siglo, aunque su director destaca que mantienen “ese espíritu rebelde y curioso de una adolescencia a punto de acabar y que, sin embargo no debemos perder nunca, formamos ahora a graduados y másteres en ingeniería para el siglo XXI”.

Vázquez también se dirigió a los estudiantes. “Tenemos un alumnado responsable, crítico, ejemplar, participativo, colaborador, solidario y comprometido con todas las iniciativas que mejoraron, seguro, nuestro ambiente educativo y, quién sabe, tal vez nuestra universidad”. Recordó que “esta formación, este currículo, está oculto y no aparece en vuestro expediente, pero se hará visible cuando haga falta en vuestras carreras profesionales en las empresas, en los centros de investigación o al servicio de la Administración, siempre como gestores y gestoras de los recursos naturales al servicio de la sociedad”. El acto contó con la presencia del vicerrector de Extensión Universitaria y Relaciones Internacionales, Manuel José Fernández Iglesias; el alcalde de Vigo, Abel Caballero; la delegada de la Xunta en Vigo, Mª José Bravo Bosch y el presidente de la Cámara Oficial Minera de Galicia, Juan de Dios Martín. Todos ellos animaron a los estudiantes en la nueva etapa de la vida que comienza y les aconsejaron seguir a trabajar con ilusión para conseguir las metas marcadas. Por parte del alumnado, tomaron la palabra Fátima González y Roberto Agromayor.

Los consejos de los padrinos

Eduardo Liz, padrino de la II promoción del grado en Ingeniería de la Energía, destacó en su intervención que “a día de hoy ya tuve la oportunidad de dar clase a cinco promociones de grado y todas fueron muy buenas, pero siempre digo que la segunda promoción, los que hoy celebráis vuestro acto de graduación, puso el listón muy alto y que las clases de este año fueron especialmente estimulantes. Fuisteis un público maravilloso: con clases así resulta muy fácil entusiasmarse y transmitir entusiasmo”. Dirigiéndose en concreto a los egresados de Ingeniería de la Energía, Liz recordaba que a pesar de ser una titulación nueva “muchos de vosotros empezasteis el grado para ayudar a que este mundo sea más sostenible y legarles a las generaciones próximas algo mejor del que vosotros recibisteis”. Los felicitó por el trabajo hecho y destacó que “después de estos cuatro años, estáis más preparados para eso y os queda mucha ilusión para seguir aprendiendo y luchar por ese objetivo”. Por su parte, el padrino en Ingeniería de los Recursos Mineros y Energético, José Enrique Martín, también les dio aliento para la nueva etapa. Hizo hincapié en el “sacrificio” hecho hasta el momento, en la etapa de formación universitaria, pero también se refirió a los nuevos retos que tendrán que afrontar a partir de ahora, cuando toca comenzar a poner en práctica el aprendido.

Pisadas en la luna

Maria Justo-Alonso, egresada de la escuela, fue la encargada de la conferencia magistral en este acto. Actualmente trabaja en Noruega, país donde recaló como estudiante Erasmus y en el que consiguió su primer empleo en la NTNU (universidad técnica de Noruega). Posteriormente continuó en el país nórdico ya con un contrato en el centro de investigación SINTEF, en el que continúa en la actualidad. Ella es un ejemplo de emprendimiento, de internacionalización y de esfuerzo. En su lección magistral, titulada “No me digas que el cielo es el límite cuando hay pisadas en la luna!” les explicó la estas dos nuevas promociones que se bien es verdad que la situación económica y laboral actual en España es complicada, “estáis sobradamente preparados” y los límites son los que cada uno se ponen. Para María Justo-Alonso la movilidad geográfica no fue un problema y sobre su experiencia versó buena parte de su intervención. “ES duro estar fuera”, reconoce, pero en otros países se encuentran oportunidades que en la casa no se pueden lograr.

En el SINTEF, la mayor organización de investigación independiente en Escandinavia, Justo-Alonso trabaja en el proyecto ZEB (zero emission buildings). Esta es una de las áreas de trabajo principales de este centro de I+D+i que cada año apoya la investigación y el desarrollo en 2000 empresas tanto de Noruega como del extranjero. En concreto, la titulada de la ETSE de Minas afondó en los sistemas de recuperación de calor en ventilación y de bombas de calor. La investigadora les contó también la teoría de los cisnes negros desarrollada por Nassim Nicholas Taleb, una metáfora se refiere la que buena parte de los grandes descubrimientos científicos, hechos históricos y logros artísticos fueron inesperados, una sorpresa, algo no previsto, pero que consigue un alto impacto. Como el descubrimiento de la existencia de los cisnes negros en occidente en el siglo XVIII. Su objetivo, “motivarlos un poco por el camino de ser emprendedores y también mostrarles que ellos mismos son el mejor producto que tienen a vender”.