25 May El granito de A Coruña, candidato al Global Heritage Stone Resource
El grupo de investigación de Petrología Aplicada a la Conservación del Patrimonio del Instituto de Geociencias (IGEO), de la Universidad Complutense de Madrid, propuso el granito presente en el monte coruñés de San Pedro como candidato al Global Heritage Stone Resource. Según explica uno de los miembros del grupo, D. David Martín Freire-Lista, en un artículo, el reconocimiento es el equivalente a patrimonio de la humanidad en el mundo lítico.
El objetivo de la iniciativa es contribuir a la preservación de las canteras históricas de esta área de A Coruña y a la conservación y restauración de los monumentos construidos con su granito, “de incalculable valor histórico y cultural”. Así, D. David Freire destaca que el pedestal de la Torre de Hércules, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, está hecho con la piedra extraída de las canteras históricas situadas en los acantilados de Penaboa, en la base de la montaña de San Pedro.
Numerosas construcciones del centro de A Coruña lucen también el granito de Penaboa, como las iglesias románicas de Santa María del Campo y de Santiago, así como la iglesia de las Capuchinas (actual museo de Bellas Artes), la de San Jorge y la fuente de Neptuno. Además, el leucogranito forma parte del pavimento de las principales calles turísticas de la ciudad, como es el caso de la Real y Cantones, y fue utilizado para construir balcones, escudos y escaleras, según afirma D. David Freire en su artículo.
Importancia del entorno geológico
Para el investigador, el desarrollo urbano está condicionado por el entorno geológico y cita los topónimos como ejemplo de la importancia que tienen las piedras en el origen y evolución de las ciudades, como es el caso de Penaboa. “La geología no solo define una urbe, sino que proporciona los materiales de construcción tradicional”, afirma.
D. David Freire defiende la puesta en valor de canteras históricas y su vinculación con los monumentos construidos con sus piedras como vía para fomentar la conservación del patrimonio tangible e intangible. “El uso de las piedras tradicionales de construcción es una apuesta por la sostenibilidad, que dota de identidad los cascos urbanos de una manera coherente con su propia historia y entorno”.
Turismo cultural
Además, destaca el reclamo para el turismo cultural que suponen las canteras históricas y las piedras utilizadas tradicionalmente en las ciudades. Y señala que la posición estratégica de este vestigio del pasado “permite su puesta en valor y una visita cómoda para entender las maneras de hacer de los canteros artesanos y la geología de la zona”.
Así, cita el obelisco Millennium y el elevador de San Pedro, situados en el paseo marítimos de A Coruña, como espectaculares miradores desde los que se puede contemplar la cantera histórica. “Esta es un escaparate de geología endógena (de las rocas procedentes del manto terrestre)”. Así mismo, señala que en el acantilado de Penaboa se pueden observar distintas fases de intrusión de los magmas. “El leucogranito de San Pedro está en contacto con una granodiorita con grandes cristales de feldespatos y agregados de cuarzo. Esta granodiorita tiene tonos grises cuando es fresca y rosada cuando se altera”.
Se refiere también a la existencia de perpiaños con estos dos tipos de una piedra (granodiorita y leucogranito), como puede observarse en el pórtico de la iglesia de Santa María de Azogue, en el ayuntamiento coruñés de Betanzos. Algunas de estas piedras proceden de la cantera histórica de Penaboa. El hallazgo indica que en esa época escaseaba la “buena piedra”, ya que los maestros escultores “labraban sus trabajos en bloques no tan homogéneos como desearían”, añade.
El investigador alerta de que en la actualidad reformas de locales comerciales “ponen en peligro la homogeneidad de las construcciones de cascos históricos y son un factor determinante en el deterioro antrópico”. La introducción de nuevos materiales y acabados diferentes a los originales produce una pérdida de identidad de las ciudades, afirma. Concluye que los cascos históricos “están en una situación de alta vulnerabilidad” y apunta la restauración de los edificios patrimoniales con el material original como garantía de conservación del patrimonio material e inmaterial.