25 Ene La Xunta anuncia una ley que regulará el aprovechamiento lúdico de las aguas termales
La norma establecerá una frontera clara entre las aguas termales destinadas a fines terapéuticos y preventivos y las destinadas a fines lúdicos y que acercan también beneficios para la salud de los usuarios.
D. Alberto Núñez Feijóo avanzó que el nuevo texto marcará cuatro objetivos fundamentales: velar por la salubridad y la higiene de este tipo de aprovechamientos termales, que tendrán que acreditar; garantizar su sostenibilidad ambiental, para evitar que se degrade su calidad o se reduzca su caudal; proteger su integridad; y promover el desarrollo económico y social de las zonas en las que surgen.
El presidente de la Xunta destacó que la futura ley delimitará entre establecimientos balnearios -con usos terapéuticos- y espacios termales -con uso lúdico-.
Períodos de autorización
El Presidente señaló también que los períodos durante los cuales estarán autorizados los proyectos dependerá del suelo donde estén instalados: se están en suelo público, se otorgará una concesión administrativa por 30 años, prorrogable hasta un máximo de 75; y se están en suelo personal, serán autorizadas por el período previsto en el proyecto, revisable como máximo cada 10 años.
Así mismo, el responsable del Gobierno gallego afirmó que la nueva norma recogerá el régimen de inspección y sanciones y derechos y deberes. De estas, las más importantes son satisfacer las condiciones higiénico-sanitarias que indique el órgano sanitario; constituir una garantía financiera del 4% sobre la inversión del proyecto; y formalizar un seguro de responsabilidad civil.
En cuanto a los aprovechamientos lúdicos de aguas termales que ya existen, está previsto que cuenten con un plazo de un año para su regularización una vez se apruebe la ley.
Riqueza termal sostenible
Por último, incidió en que esta ley supondrá nuevas garantías para el sector, fundamental en la oferta turística de Galicia. Así, se beneficiará a usuarios y propietarios, tanto de las piscinas termales que ya están funcionando, como los interesados en impulsar nuevos espacios con este tipo de aguas. “Con esta ley el termalismo gallego gana en seguridad tanto para los promotores cómo para los usuarios, gana en blindaje legal y gana en potencial económico y turístico”, concluyó el presidente.