En este documento se define un plan de medidas de gestión encaminado a armonizar su conservación con los usos y aprovechamientos necesarios para garantizar el desarrollo de las poblaciones que los habitan

Con este Plan Director la Xunta inicia el procedimiento de participación pública, necesario para su aprobación como decreto

Santiago, 13/06/2011

El conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, acompañado por el director general de Conservación de la Naturaleza, Ricardo García-Borregón, presentó esta mañana en Santiago el Plan Director de Red Natura 2000. Este es el documento principal que facilitará la gestión e impulso de la conservación sostenible de todos los espacios protegidos de esta Red en nuestra Comunidad, en la búsqueda del mantenimiento de su estado o, en su caso, el restablecimiento de unas condiciones favorables de los hábitats naturales y de las especies de interés comunitario que conforman esta red ecológica europea. Su protección, señalaron, quiere ser además compatible con el necesario desarrollo social y económico de los habitantes de las comarcas que se asientan en estos espacios.

El Plan Director -subrayaron- es el instrumento en el que se recoge en detalle a planificación, ordenación y gestión de los 59 Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y de las 16 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en Galicia, dando cumplimiento a las exigencias establecidas en las directivas europeas (DC92/43/CENE; DC 2009/147/CE y DC 2000/60/CE), en la normativa estatal (Ley 42/2007) y en la autonómica (Ley 9/2001), que ya reconocía automáticamente los LIC y ZEPA gallegos como Zonas de Especial Protección de los Valores Naturales.

El documento de planificación de los espacios naturales protegidos, según resaltó Samuel Juárez, es fruto de un análisis del territorio que primó el conocimiento objetivo y realista de los componentes clave de la biodiversidad presentes en cada lugar, así como en el conjunto de la red de la que forman parte, y sus componentes socieconómicos. De este modo, añadió, el Plan Director recoge la heterogeneidad de los ecosistemas de los espacios protegidos, siendo posible encontrar desde lugares en los que es preciso aplicar tutelas intensas (debido a su enorme fragilidad) hasta otro tipo de áreas, también protegidas, que engloban territorios tradicionalmente habitados, en los que la acción humana fue clave en la configuración de los paisajes culturales que albergan además una singular biodiversidad.

El conselleiro resaltó que se trata de un plan elaborado desde y para el territorio, que tiene en cuenta sus necesidades y las compatibiliza con las propias de la conservación de los valores naturales que motivaron su protección, y coherente con la vocación de espacios en red. Añadió que está elaborado «a partir de un profundo conocimiento del territorio y de sus valores naturales, siguiendo un método científico del sistema de unidades ambientales adaptado a la realidad gallega; contiene un inventario, identificación y georreferenciación de los elementos más significativos del patrimonio natural y de la biodiversidad (de especies y de hábitats), una valoración de los mismos, una zonificación y unas medidas de gestión, con usos permitidos, autorizables y prohibidos que resulta homologable internacionalmente».

El conjunto de espacios Red Natura 2000 en Galicia abarca una superficie total de 389.565,9 hectáreas, de las que 34.990,3 corresponden a medios marinos y 354.575,6 a medios terrestres, lo que supone el 12% de la superficie continental gallega.

De acuerdo con la llamada Directiva Hábitat, en Galicia está representado el 33% de los hábitats de interés comunitario y el 25% de los hábitats prioritarios de la Unión Europea. Se consideran de interés comunitario aquellos sistemas amenazados de desaparición que presentan un área de distribución reducida o constituyen ejemplos representativos de características típicas de una determinada región biogeográfica. Dentro de ellos, los hábitats «prioritarios» serían aquellos amenazados de desaparición y cuya conservación supone una especial responsabilidad. De acuerdo con esta descripción, en Galicia están presentes 72 tipos de hábitats de interés comunitario (el 33% de la UE), de los cuales 18 son considerados como prioritarios (25% del total).

Tras un análisis de diversas metodologías de elaboración de cartografía y sistemas de información geográfica vinculados con la gestión del territorio y de los espacios naturales, el Plan Director establece un sistema de unidades ambientales adaptado a la realidad gallega, compuesto por 74 tipos de unidades clasificados en 9 grupos, y compatible con los sistemas existentes actualmente en el campo europeo. Estas unidades ambientales implican el inventario, identificación y georreferenciación de los elementos más significativos del patrimonio natural y de la biodiversidad (de especies y de hábitats).

En el Plan se presenta también una metodología de valoración ambiental integral, orientada a la gestión del territorio, así como los derivados de la evaluación del estado de conservación de los tipos de hábitats y especies de interés comunitario en la Unión Europea.

El esquema metodológico de valoración ambiental empleado, indicó Samuel Juárez, se construye en tres niveles de análisis. El primero corresponde a la valoración absoluta de las unidades ambientales, establecida para el conjunto de la Red Natura 2000. A partir de esta valoración, y habida cuenta la importancia del lugar para los tipos de hábitats y especies y el grado de conservación de las unidades ambientales de cada espacio, se obtiene la Valoración ambiental del Espacio Natural. El tercer nivel incide en las unidades cartográficas presentes en cada espacio natural, es decir en la representación territorial de las unidades ambientales (Valoración relativa de las unidades cartográficas). Conforme la este esquema, resulta que el 82% de Red Natura tiene un valor de conservación calificado de alto y muy alto; el 8,5% valor medio; otro tanto, un valor bajo o muy bajo, no siendo evaluable un 0,8%.

A partir de estos parámetros se incluye la zonificación como elemento clave y característico de los Planes de Ordenación de la Red Natura (PORN), que busca también compatibilizar las medidas establecidas con otros instrumentos de planificación y gestión vigentes referidos al territorio. La zonificación se concibe así como una herramienta fundamental para la gestión y planificación de los espacios y de la propia Red a corto o largo plazo.

Tiene un valor estratégico en la definición y evaluación de alternativas de planes y proyectos con incidente en los espacios naturales, en coherencia con las normativas europeas, nacionales y gallega de impacto ambiental y de la propia directiva comunitaria. Sirve además para reflejar las diferencias territoriales en relación a la distribución de los componentes de la biodiversidad y del patrimonio natural, y en consecuencia, refleja la diferente capacidad de carga ecológica para el desarrollo o regulación de determinadas actividades.

La zonificación se hace conforme a los siguientes criterios: englobar dentro de la misma unidad árelas contiguas o muy próximas a tumba abierta de conservación homogéneo; procurar una buena relación área/perímetro, y que sea coherente para la gestión, adaptándose a líneas naturales, o administrativas fácilmente reconocibles en el territorio. Integrar en la zonificación aspectos ecológicos relativos a la existencia de corredores naturales (cañones, canales, etc) o a zonas con problemas de conectividad e incluir en la zona de uso general los territorios vinculados con el tejido urbano, así como las áreas fuertemente perturbadas.

En definitiva, la mayor valoración ambiental menor es la capacidad de intervención en los espacios Red Natura. En concreto, se establecen 3 unidades de zonificación: Zona 1, denominada «Área de protección»(26,30% de la red), con un valor de conservación muy alto; Zona 2, llamada «Área de conservación»(67,70%), con un valor de conservación alto y medio. Y, por último, Zona 3 o «Área de uso general» (6%), con un valor de conservación medio y bajo en territorio de asentamientos y núcleos rurales.

Cuanto a las medidas de gestión, el titular de Medio Rural explicó que este plan director prevalecerá sobre cualquiera otro instrumento de ordenación territorial o física. El documento establece que el territorio delimitado por el espacio protegido de la Red Natura se considera cómo árela de exclusión a la hora de planificar y autorizar nuevas actividades y aprovechamientos mineros a cielo abierto, así como nuevos aprovechamientos industriales de energía eólica (excepto los de repotenciación de parques existentes), hidroeléctrica (con excepción de la modernización de los existentes) o fotovoltaica (excepto la modificación de los existentes).