15 Abr La minería, clave para el desarrollo sostenible
Artículo de opinión publicado el 15/04/2018 en el suplemento económico Mercados, de La Voz de Galicia.
Asistimos a una nueva revolución liderada por las tecnologías de la información y la lucha contra el cambio climático, la implantación de energías renovables y la electrificación de vehículos. Ello provoca un aumento exponencial de la demanda de materias primas minerales.
Para garantizar su abastecimiento la Unión Europea ha lanzado medidas destinadas a fomentar la explotación de los yacimientos europeos, el reciclaje, la sustitución y a incrementar el poder negociador frente a los países productores.
Además, según Naciones Unidas, la minería puede liderar la consecución de sus objetivos de desarrollo sostenible, generando empleo y riqueza, garantizando que los beneficios se extiendan más allá de la vida de la mina, produciendo un impacto positivo en el medio natural, el cambio climático y el capital social.
La minería gallega no es ajena a esto: ha generado hábitats naturales dignos de protección en Begonte, suelo industrial en Salvaterra do Miño, infraestructuras verdes en As Pontes, suelos de producción agropecuaria en Frades y Mesía o infraestructuras para agua potable en Cerceda, generando beneficios más allá de la vida de la mina.
Apoyándose en el conocimiento científico, con referentes internacionales como fue el Instituto Geológico de Laxe, la Escuela de Ingenieros de Minas y Energía de la Universidad de Vigo, y docentes de las tres universidades gallegas, que han contribuido al éxito de los proyectos mineros y de sus rehabilitaciones ambientales.
Sin embargo, ante un nuevo proyecto minero, se alarma a la sociedad, alimentando el miedo a la réplica de un accidente ocurrido hace 20 años a casi 1.000 kilómetros y que no impidió a los vecinos de Aznalcollar manifestarse en 2015 a favor de la reapertura de su mina.
La mina de Touro estuvo 13 años produciendo cobre, en peores condiciones técnicas y un marco legal y ambiental más laxo, lo que no mermó el desarrollo agrícola y ganadero de la zona, ni perjudicó el marisqueo en la ría de Arousa.
El miedo a un accidente debe mantenernos vigilantes para exigir las garantías que minimicen el riesgo y contribuyan a la compatibilidad ambiental, territorial y social de un proyecto. Pero no debe ser justificación suficiente para rechazarlo. Y menos sin conocer el dictamen de los técnicos de la Administración.
De las 26 materias primas minerales críticas para la industria según la UE, en Galicia disponemos de indicios, recursos o reservas de 8. Su puesta en valor disminuiría la dependencia exterior y permitiría la instalación de industrias tecnológicas, atraídas por la cercanía a los centros productivos y la garantía de suministro, que además de generar riqueza, demandan profesionales cualificados en el ámbito rural. Esto podría colocar a Galicia en la vanguardia tecnológica en la lucha contra el cambio climático y contribuiría decisivamente a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.