09 Mar Caolines de Vimianzo, un referente europeo en minería sostenible
A raíz de la entrada en vigor de las normas UNE 22480 de Gestión de la Minería Sostenible y 22470 de Sistema de gestión minero-mineralúrgica-metalúrgica sostenible, España se ha convertido en uno de los países en el punto de mira a la hora de regular las prácticas e indicadores que rigen el desarrollo de una actividad extractiva sostenible y comprometida con su entorno natural y social.
La primera empresa en obtener dichas certificaciones (implantadas en junio de 2019) fue Caolines de Vimianzo que explota caolín, mica y arenas silíceas en la Costa da Morte; gracias a la implantación de técnicas sostenibles en todos sus procesos y al establecimiento de sinergias con emprendedores y organizaciones de la comarca.
La empresa coruñesa, que ya formaba parte del comité técnico KPC-Europe, la Asociación de Caolín y Arcillas Plásticas perteneciente a IMA Europa; trabaja ahora también codo con codo con un grupo de trabajo de esta entidad que representa los intereses de las empresas de minerales industriales en Bruselas.
Este grupo de trabajo, formado por 20 expertos en minería sostenible y en el que se ven representadas 15 de las empresas mineras más importantes a nivel europeo, tiene por objetivo crear un marco normativo y de actuación que ponga en valor la gestión minera sostenible. Un ambicioso plan que abarca desde la fijación de los principios de sostenibilidad hasta cómo transparentar la actividad extractiva de cara a una mayor comprensión por parte de la sociedad.
El pasado 12 de febrero los integrantes de este grupo se reunieron en la sede de IMA Europe en Bruselas para comenzar a fijar los indicadores que serán el germen de una minería más sostenible en los países miembros.
Para alcanzar esta meta, se está llevando a cabo una ardua labor de recopilación de legislación minera de los países europeos, de ejemplos provenientes de otros sectores y de prácticas sostenibles llevadas a cabo por empresas mineras. Por eso, durante esta primera reunión, Cavisa expuso su caso de éxito, con una gestión que tiene en cuenta todos los procesos del ciclo minero, con 120 indicadores que están integrados en la gestión de empresa, y que abarcan aspectos fundamentales como la igualdad o las técnicas de la Industria 4.0.
Uno de los puntos que destacó durante su intervención, fue la planificación de la rehabilitación de los espacios mineros en base a las necesidades de la comarca, que tiene en cuenta tanto la protección del medioambiente como el desarrollo social de la zona donde se localiza la explotación. Caolines de Vimianzo tiene su propio departamento en esta materia, ‘Cavisa Ambiental’, que promueve la colaboración con su entorno mediante prácticas como la gestión de residuos inertes o la elaboración de hormigones para consumo local.
Uno de los retos a los que se enfrenta el sector minero son fenómenos como el NIMBY (Not In My Backyard), que fomenta el quietismo frente a las necesidades sociales, impidiendo el desarrollo de industrias en países donde las normas medioambientales y laborales son estrictas, y favoreciendo por tanto la producción en otros lugares del mundo donde se lleva a cabo explotación infantil y esclavitud moderna. En este sentido, Caolines de Vimianzo también resaltó la importancia de la comunicación, tanto con empresas del entorno y vecinos, como con los consumidores de sus productos y la sociedad en general.