18 Mar La aprobación de la Ley de Materias Primas Críticas impulsa la soberanía europea
El 18 de marzo, el Consejo Europeo adoptó el reglamento para establecer un marco que garantice un suministro seguro y sostenible de materias primas críticas, más conocido como Ley de Materias Primas Críticas. El objetivo de esta Ley, aprobada en diciembre por el Parlamento Europeo, es aumentar la competitividad y soberanía de la Unión Europea (UE), a través de la reducción de la burocracia, el fomento de la innovación a lo largo de toda la cadena de valor y el apoyo a las PYMES.
La nueva normativa identifica 34 materias primas críticas (17 de ellas clasificadas como estratégicas), que son imprescindibles para fabricar casi cualquier producto tecnológico, desde teléfonos móviles y baterías, hasta aplicaciones de defensa o paneles solares. Con el aumento de proyectos de energías renovables y la digitalización de las sociedades, se prevé un aumento de la demanda de estos recursos.
Sin embargo, la UE tiene una elevada dependencia de países extracomunitarios para obtener estas materias primas críticas: China le proporciona el 98% de las tierras raras y el 93% del magnesio; Turquía, el 98% del borato; Chile, el 78% del litio; y Sudáfrica, el 71% del platino, entre otros.
La Ley recientemente adoptada por el Consejo Europeo establece parámetros de referencia que deben alcanzarse de aquí a 2030: un 10 % de las necesidades anuales de la UE se cubrirá con la extracción de materias primas críticas; un 40 %, con la transformación; y un 15 %, con el reciclaje. Además, como máximo, un 65 % del consumo anual de la UE de cada materia prima estratégica en cualquier fase pertinente de la transformación podrá proceder de un tercer país.
La Ley de Materias Primas Críticas ofrecerá incentivos económicos y un marco empresarial más seguro para los proyectos de minería y reciclaje, con procedimientos de autorización más rápidos y sencillos: un máximo de 27 meses para proyectos de extracción y un máximo de 15 para los de procesamiento y reciclaje, con excepciones limitadas a las tramitaciones de tipo ambiental, cuyo plazo no computa dentro del periodo previsto.
Además, la normativa busca impulsar la investigación minera, el desarrollo de materiales alternativos, y la implementación de métodos de extracción y producción más respetuosos con el medio ambiente.