AGENDA
La Unión Europea se ha fijado el ambicioso objetivo de reducir el uso de plaguicidas en un 50% para 2030. Se trata de una de las principales acciones previstas en las estrategias «De la granja al consumidor» y «Biodiversidad de la UE», para reducir el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente. El sector agrícola tendrá que afrontar, por tanto, un cambio radical en su forma de combatir las plagas. El riesgo de proliferación de enfermedades vegetales, como consecuencia del cambio climático, hace que este objetivo sea aún más difícil, especialmente en las regiones ultraperiféricas.